A un pobre
Sus mejores versos A un pobre
de Federico Balart
Llama sin temor, anciano;
que el aldabón de mi puerta,
siempre al infortunio abierta,
no hiere al pobre la mano.
Cordial hospitalidad
se ofrece aquí con llaneza:
quien sabe lo que es pobreza
sabe lo que es caridad.
Ya lo ves: cuando a los hierros
de esa verja el rostro asomas,
ni se azoran mis palomas,
ni airados ladran mis perros;
mi familia, alborozada,
sale, al ver que tu bordón
pulsa el rústico escalón
de mi rústica morada;
depositando en tu mano
sencillo disco de cobre,
porque sabe que eres pobre
te recibe como a hermano;
y al verte de hambre temblar,
te ofrece, risueña y franca,
pan moreno y leche blanca
acabada de ordeñar.
Ella no sabe si en pos
de algún mal fin va el potente:
mas sabe que el indigente
viene de parte de Dios.
Desecha vanos recelos,
el rústico umbral traspasa,
y entre contigo en mi casa
la bendición de los cielos.
Depón, depón el rubor:
¡tu grosero traje informe
es el glorioso uniforme
de los...
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