A prueba:2

14/03/2011 1.629 Palabras

A prueba: Capítulo 2 de Felipe Trigo A quien vio aparecer, al cuarto de hora, fue al amigo Brea, elegantísimo. -¡Demonio! -¡Chacho! Se abrazaron. La última vez, dos años antes, Luis Augusto había visto a Brea en Londres, de ambulante vendedor de panderetas. Brea, ex-teniente, de Pavía, tenía veinticuatro años, había heredado a los veinte una fortuna, y la tiró a los veintidós. En sendas poltronas, sentáronse. -De modo que... -Rico, chico. Tres meses más, y me encontrarías con un Panhard en plena Europa... O por los aires. Pienso dedicarme al monoplano. Empezó el aristócrata perdido a detallarle su odisea. Interesantísima... sólo que, al capítulo segundo, alzóse un cortinón de seda. En kimono de tono té, entró un arcángel. Detrás, una gran dama. Y el arcángel llevaba bajo hacia los hombros el nudo negro de su pelo, y por los tobillos el vuelo de la ropa. Se levantó rápidamente Luis Augusto, y presentó al amigo. Palabras, cumplidos breves. Diéronse...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info