A la soledad

Soneto LXXII - A la soledad de Hernando de Acuña Pues se conforma nuestra compañía, no dejes, soledad, de acompañarme, que al punto que vinieses a faltarme muy mayor soledad padecería. Tú haces ocupar mi fantasía sólo en el bien que basta a contentarme, y no es parte sin ti, para alegrarme con todo su placer, el alegría. Contigo partiré, si no me dejas, los altos bienes de mi pensamiento, que me escapan de manos de la muerte; y no te daré parte de mis quejas, ni del cuidado, ni del tormento, ni dártela osaré por no perderte. Sonetos y poemas de Hernando de Acuña Sonetos: A la soledad - A una dama - Ajeno fue, pues fue sólo un momento - Al Marqués de Pescara - Al Marqués de Vasto - Al Rey nuestro Señor - Amor me dijo en la mi edad primera - Amor y un gran desdén, que le guerrea - Amor, pues me guiaste a vela y remo - Apenas el aurora había mostrado - Así, cual de mi mal he mejorado - Atenta al gran rumor la musa mía - Cantad,...

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