A la primavera, después de la muerte de Filis

A la primavera, después de la muerte de Filis de José Cadalso No basta que en su cueva se encadene el uno y otro proceloso viento, ni que Neptuno mande a su elemento con el tridente azul que se serene; ni que Amaltea el fértil campo llene de fruta y flor, ni que con nuevo aliento al eco den las aves dulce acento, ni que el arroyo desatado suene. En vano anuncias, verde primavera, tu vuelta de los hombres deseada, triunfante del invierno triste y frío. Muerta Filis, el orbe nada espera, sino niebla espantosa, noche helada, sombras y susto como el pecho mío. Sonetos de José Cadalso A la muerte de Filis - A la primavera, después de la muerte de Filis - Al pintor que me ha de retratar - De la timidez natural de los hombres - Naturaleza absorta en este día - Probando que la ausencia no siempre es remedio contra el amor - Sobre el anhelo - Sobre el poder del tiempo - Ya veis cual viene, amantes, mi pastora

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