A fuego lento: 45

A fuego lento de Emilio Bobadilla Capítulo XV Grille, el diputado por la Martinica, pronunció, subido a una tribuna, el elogio fúnebre de Baranda, mientras el cadáver de éste se quemaba en el gran four crématoire, según disposición testamentaria. -«Si su vida fue un martirio a fuego lento -decía el orador-, a fuego lento también se derrite su cadáver». El cortejo se diseminó por las avenidas de la inmensa necrópolis, en cuyo seno yacen tres millones de muertos y sobre cuya superficie se levantan más de ochenta mil monumentos. ¡Cuántos rincones ignorados! ¡Cuánto sepulcro roto por entre las grietas de cuyas lápidas crece viciosamente la ortiga! Con dificultad podían descifrarse sus nombres que tal vez corrieron un día de boca en boca. Sobre muchos caían a manta las hojas secas formando una alfombra pajiza. De las lápidas de algunos aún colgaban fragmentos de coronas y ramos de flores marchitas. No lejos del horno, cuyas ingentes chimeneas recuerdan las...

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